Urdgrham Stonehorn, Bárbaro Enano
Urdgrham vivía en paz en su villa cuando la Mano Roja atacó. Se llevaron todo lo que pudieron sacarle y le dejaron una marca para que nunca lo olvide. Y Urdgrham no olvidó. Se volvió la venganza encarnada, viajando por los pueblos de Las Provincias del Río y enfrentando a La Mano Roja allí donde los encontrara.
Aunque tosco y huraño, Urdgrham todavía mantiene la esperanza de volver a su vida tranquila, pero no podrá estar en paz hasta no haber enfrentado al encapuchado que arruinó su vida en primer lugar.
Valterra, Clériga Medio-Orca
Aunque nunca fue completamente aceptada en su clan, Valterra pudo llevar una infancia mejor que la de muchos medio-orcos. Su padre, un poderoso Jefe de Guerra, la educó en el camino del honor y la protección de su familia y su clan.
De muy joven escuchó el llamado de Gurmash y pronto descubrió que había una enorme diferencia entre lo que creían sus más violentos hermanos y el camino que ella había escogido. La Mano Roja se aprovechaba de la mala fama de los orcos para usarlos en sus planes, y su padre murió enfrentándolos.
Ahora Valterra viaja por el mundo promulgando el verdadero mensaje de su dios: proteger al débil, no someterlo. Espera que con eso pueda cambiar también la mala imagen que tienen los orcos y terminar con la violencia que parece tan natural en su raza.
Therion, Aventurero Humano
Therion nunca tuvo mucho, pero cuando pensaba que no podían sacarle más La Mano Roja le arrebató la única familia que tenía. En un solo golpe feroz todo lo que valoraba desapareció para siempre.
Al principio estuvo feliz de sobrevivir, algo que los de su clase no suelen darse el lujo de celebrar. Pero con el tiempo no pudo soportar su conciencia. Desde las sombras empezó a involucrarse en los negocios turbios de La Mano y arruinarlos siempre que fuera posible.
Invisible para la gente y la autoridad corrupta, Therion se volvió una leyenda en los bajos fondos y un enemigo jurado de La Mano Roja. Tanto que tuvo que escapar de la ciudad para no terminar cercado. Se volvió al campo, a las Provincias del Río, para seguir su trabajo allí. Tal vez algún día llegue a picar lo suficiente para sacar a la luz a los verdaderos líderes, y terminar con todo con un disparo de ballesta.
Crónicas de los Reinos Olvidados
Para facilitar la navegación en el blog, armé un pequeño menú con las entradas más importantes. Hay un índice para localizar los resúmenes de las partidas, una sección para describir a los Héroes y los Personajes Secundarios, y una sección con información del mundo y su historia.
Episodio 2: La Diosa Silenciosa
El grupo se recupera del ataque en el puerto y aceptan rescatar a la hija del mercader. Durante la persecución tropiezan con un nido de ankegs pero sobreviven sin sobresaltos.
Al atardecer llegan al pueblo Soledad, donde descubren que fue ocupado por la Mano Roja y tienen a los habitantes ocupados remodelando un viejo templo de la diosa élfica Isha, para que sirva a los propósitos de Gurmash, el dios orco de la violencia y el dominio.
Therion se infiltra en la ciudad y se contacta con Ámber, una joven enana que quiere liberar al pueblo. Organizan un plan para robar las armas de La Mano Roja de un viejo galpón así el pueblo puede rebelarse y el grupo puede aprovechar la distracción para liberar a los prisioneros en el templo.
El plan sale bien y pronto la noche estalla con espadas y martillos. Los héroes entran al templo y despachan a la bestia que protegía la entrada, ni más ni menos que un basilisco, y liberan a la hija del mercader y a los otros esclavos.
Una vez afuera se unen a la trifulca pero aparece el líder de los hobgoblins, un semi-orco clérigo llamado Kumash, montado en un wyvern. Kumash dice conocer a Therion, y se burla de Valterra y Urdgrham, lo que provoca que el enano hierva de furia y se lance a la carga. La batalla es breve pero brutal, Kumash casi mata a Urdgrham, pero al ver a su wyvern herido por Therion decide retirarse.
Sin su líder, el resto de los hobgoblins se dispersa y el pueblo celebra su victoria. Cuando la luna finalmente se deja ver detrás del humo del combate, una figura élfica aparece en el cielo y una luz blanca cae sobre el templo, derrumbando las modificaciones de La Mano Roja y devolviendo el templo a su "estado de gracia".
Los héroes escoltan a los esclavos de vuelta al puerto y reciben los halagos de la gente de Arbolada, Soledad y de otras regiones. Vuelven a pie a Soledad donde les ofrecen un banquete y un carro para seguir viaje a Mercado Grande.
En la noche de la celebración, Therion percibe una figura observándolos. Se lanza en su persecución, pero la figura logra esquivarlo usando una varita mágica. Therion podía jurar que su forma de moverse le recordaba a alguien de su pasado, a un fantasma de su época más oscura.
Al atardecer llegan al pueblo Soledad, donde descubren que fue ocupado por la Mano Roja y tienen a los habitantes ocupados remodelando un viejo templo de la diosa élfica Isha, para que sirva a los propósitos de Gurmash, el dios orco de la violencia y el dominio.
Therion se infiltra en la ciudad y se contacta con Ámber, una joven enana que quiere liberar al pueblo. Organizan un plan para robar las armas de La Mano Roja de un viejo galpón así el pueblo puede rebelarse y el grupo puede aprovechar la distracción para liberar a los prisioneros en el templo.
El plan sale bien y pronto la noche estalla con espadas y martillos. Los héroes entran al templo y despachan a la bestia que protegía la entrada, ni más ni menos que un basilisco, y liberan a la hija del mercader y a los otros esclavos.
Una vez afuera se unen a la trifulca pero aparece el líder de los hobgoblins, un semi-orco clérigo llamado Kumash, montado en un wyvern. Kumash dice conocer a Therion, y se burla de Valterra y Urdgrham, lo que provoca que el enano hierva de furia y se lance a la carga. La batalla es breve pero brutal, Kumash casi mata a Urdgrham, pero al ver a su wyvern herido por Therion decide retirarse.
Sin su líder, el resto de los hobgoblins se dispersa y el pueblo celebra su victoria. Cuando la luna finalmente se deja ver detrás del humo del combate, una figura élfica aparece en el cielo y una luz blanca cae sobre el templo, derrumbando las modificaciones de La Mano Roja y devolviendo el templo a su "estado de gracia".
Los héroes escoltan a los esclavos de vuelta al puerto y reciben los halagos de la gente de Arbolada, Soledad y de otras regiones. Vuelven a pie a Soledad donde les ofrecen un banquete y un carro para seguir viaje a Mercado Grande.
En la noche de la celebración, Therion percibe una figura observándolos. Se lanza en su persecución, pero la figura logra esquivarlo usando una varita mágica. Therion podía jurar que su forma de moverse le recordaba a alguien de su pasado, a un fantasma de su época más oscura.
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